viernes, 4 de diciembre de 2009

Bitácora Astral II


Sábado 05/12/09
No he llegado al sol, como lo tracé desde un comienzo. He despertado nuevamente de mi Congelación Programada y el reloj de mi nave me indica que han pasado 3 meses terrestres desde mi último parpadeo. En efecto se ha abierto el portal de luz que me conduce a seguir solo mi voluntad, pues siento que ya nada está corrupto ni nada ya es más superfluo. Desde que estoy en la Constelación del Mar Eterno, a unas 28.333.000 UE de la Tierra solo han aparecido en mi mente recuerdos, ellos se manifiestan de forma espiral hacia el pasado (Quizás hacia el futuro, aún no comprendo cabalmente este viaje) y con ellos puedo ver aquellos hechos para los que yo estaba predeterminado y de los cuales logré huir, por obra de decidir que hacer con mi vida al ser el primer terrestre en recorrer el único territorio inexplorado por los hombres: la Corteza Cerebral en el Espacio Infinito. Acá en la actualidad -que quedará eternamente plasmada en la materia sólida sobre la que escribo estas letras- decido solitariamente la buenaventura de los hombres todos. Y pretendo que, al volver a la Tierra, pueda cambiar cada cosa que esté en interferencia con mi voluntad real, la voluntad del alma. No pretendo ser un Rey, pretendo llegar a formar parte importante de la más pura y hermosa obra jamás creada por el Arquitecto: Aquella forma opuesta que se puede amar sin sexo. (Pues sexo es una palabra que significa “diferencia”, y si bien es existente de forma necesaria por necesidad matemática, también es cierto que en el sexo el número 2 su funde en un eterno abrazo espiral, y en un infinito y pequeñísimo momento ese 2 se transforma en un 1, tan real, tan cierto y pocas veces alcanzable, pero muy inmenso).

Recién despertando de la Congelación veo los controles de mi nave, ya han pasado 2 equinoccios, de los cuales no he celebrado ninguna ceremonia con una mano en la rosa que llevo perpetuamente en mis manos, mirando dignamente la cruz. Aunque por efectos de la geometría, esa cruz se desvanece, aunque vislumbro otra, más grande y poderosa, aunque encerrando el mismo misterio.

Recuerdo que aquella noche logré recordar aún mas atrás en ese universo paralelo del cual había huido (XJ 03) y pude ver cosas que, aún buscándolas, las obvié, como una poderosa onda elástica en ese perenne lugar. Sentí como las transmisiones que emanaban de ahí, que estaban dirigidas a otro viajero, no me llegaban por mecanismos naturales, solo no las pude recibir ni eran para mi, si lo eran para otro viajero allende la cordillera de hielo primigenio y alturas inalcanzables, aunque ahora sé que fueron provocadas por mí, obviamente antes de desearlas. (Mi nave está compuesta en su exterior por copias de mis propias partículas).

Durante todo ese tiempo, mucho tiempo y casi al final tuve un sueño. Y este fue el sueño: mi cabeza era cercenada y aplastada mientras viajaba a gran velocidad en automóvil el que, al volcar, logró mantener mi cuerpo intacto y sin sangre fluyendo dentro del móvil, mientras mi cabeza que estaba 100 metros mas allá continuaba viva y consciente y sintiendo perfectamente el fluir la sangre de mi nariz, con rostro circunspecto recordando el último comentario idiota de quien causó el accidente. Debí haber muerto en unos 40 segundos, pero no lo hice (no quise hacerlo en realidad). En ese momento recuerdo haber despertado y, a pesar de haber sentido en mi sueño el dolor del aplastamiento de mi cuello, me sentí con una alegría contenida y expectante al próximo pensamiento. ¿Que habría sido de mi alma si en ese momento...? ¿Fue un milagro o un acto mágico de mis días en la Tierra el evitar ese tiempo/espacio/lugar?

Desperté de ese largo estado de sueño inducido muy tranquilo y bien compuesto. He comprendido muchas cosas relativas a mis viajes previos (que en la Tierra continúan desarrollándose) y de los viajes que me quedan por recorrer. (Los mismos que me queda por recorrer sobre la Tierra cuando ya llega la hora de su transición). Solo espero volver a salvo a mi dulce planeta, pero mi viaje interestelar no acabará con solo una visión. He despertado justo antes de querer soñar nuevamente, hace solo minutos y antes de escribir esta hoja de mi bitácora he sido despertado cruelmente por haber mi nave atravesado una lluvia de asteroides más pequeños pero igualmente mortales de los que experimenté durante mi visita en la última constelación (XJ 03). Estoy listo para reasumir el control manual de la nave KN 776. Me dispongo ahora volver a vivir de esos sueños, y mientras preparo la jeringa que me hará dormir por medio año terrestre mas me pregunto: ¿Volveré a soñar con la muerte hermanada de la felicidad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario