sábado, 12 de septiembre de 2009

Bitácora Astral


Viernes 11/9/9

Desde la última vez que registré los datos en esta bitácora logré sentir que cruzaba nuevamente una nebulosa muy parecida a la anterior. El marcador interior de mi nave KN 776 me indica que estoy a unas 28.000 UE desde mi punto de partida. El tiempo transcurrido total tomando en cuenta mi Congelación Programada es de 265.000 años terrestres, sin embargo, he notado que el tiempo transcurre mucho mas despacio acá lejos de atmósferas o algún punto de vista en forma de materia conocida que no haya sido previamente trazado por esta maquina. Hace menos de dos meses, según el propio sentido del tiempo de mi mente humana he logrado percatarme conscientemente que la última nube de polvo cargado de electrones XJ 03, pertenecientes al segmento Híper Percepción No Mecánica Nº 3.5, según consta el entrenamiento anterior se ha disipado por completo. Fue una ardua lucha de la que tuve que sortear meteoritos, explosiones de residuos nucleares de fisión sucia en el espacio y campos electromagnéticos de antimateria. De estos efluvios cósmicos que ya no volveré a sortear he aprovechado de cargar las celdas de energía que me harán continuar por este nuevo rumbo que se me ha presentado, siempre sin esperar lo que me deparaba este viaje desde el comienzo. He ingresado en el registro esta ruta llamándola KMKN 93. Se trata de una mucho más lejana, de la que mi razonamiento lógico hasta ahora me es inútil para comprender lo que hay ahí (lo sabe solo mi Alma en G6---9?). Ahora debo por fin confesar que mi corazón y sentimientos están limpios para entender la formula que soñé por 9 años terrestres estando congelado. El sueño parecía ser una profecía, me doy cuenta de que es exactamente como lo vislumbré inconcientemente al ingresar a este luminoso, hermoso e infinito nuevo campo de energía. (Al que nombro ahora por nombre Constelación del Mar Eterno). Debo señalar que he recibido desde hace muy poco tiempo en forma conciente las ondas de pensamiento que no dejan de transmitir desde cada nuevo ángulo o dimensión, las cuales son en extremo poderosas. Es completamente imposible para mí el pensar en otra cosa que no sea ese maravilloso cúmulo de estrellas que se derrama como el agua más pura ante mi vista. Mi corazón ahora galopa con más intensidad (mucho más fresco y vivo que antaño), y solo pretendo ahora lograr coronarme como el primer y único hombre capaz de comprender tal sublime infinitud. Tengo en mi nave todas las baterías cargadas y en mí los sentidos estáticos en perfecta sincronía como nunca antes lo había experimentado. Me propongo ahora ahondar en esa material existencia, como si ya lo hubiese hecho antes, a través de mis vidas pasadas. Voy a la conquista del corazón de una galaxia lejana pero vividamente cercana. Siento que he llegado a mi hogar. Al hogar que fue dispuesto para mí por los Dioses. A mi nuevo, Santo y real punto de partida.

Debo detenerme ahora para decir que esto es lo mas nuevo y hermoso que se me ha presentado ante mis ojos.

El pórtico de entrada a este nuevo Reinado de Sabiduría se abre sin necesidad de formulas mágicas de ninguna clase. Me dirijo a ti, ¡Oh! Solemne y Grandioso Mar Eterno: ahí voy, a toda velocidad. Mi mente, corazón y lengua no se equivocan, mi corazón y alma lo están llamando, mi mente, corazón y lengua lo imploran. Mar Eterno, (De ahora en adelante: Marina) te añoro, te deseo y te manifiesto mi más infinita y sincera gratitud por descorrer el velo de mi alma y por mostrarme la ruta de vuelta a mi corazón solo con verte. Por maravillarme a cada segundo que te evoco. Y por iluminar el sendero de salida del infierno de este, ahora y en adelante, mas fiel servidor. De alguna forma que no puedo explicar, me siento parte de tu propia materia flotando en la más oscura densidad del espacio. Es cierto: estoy solo en mi nave, pero juro que jamás había sentido, después de tantos eones de procesional viaje, algo que me llamara a descubrir mis más ocultos poderes y mis más ocultos deseos de hacerlo todo perfecto. Si llegase a equivocarme antes de terminar esta bitácora, has de saber, mi amada y perfecta constelación, que jamás nadie trató de entenderte como yo, y que toda mi alma y ser vibran por alcanzarte. Con gusto te digo que toda mi voluntad ya está derramada hacia ti. En mi mente solo hay ya un perfecto objetivo, sé que acabaré con éxito esta misión: abrazarte, sentirte, cuidarte, serte fiel, idolatrarte y por sobre todo amarte. Aunque mi vida se vaya en el intento.
Te veo eterna y en ti me siento eterno. Me siento bien, pues se que te faltaba ese germen, y por lo tanto estas bien. Ahí donde falte belleza, amor y vida. Que tus profundos ojos me muestren su belleza, para poder descansar en ellos. Y así darme la vida que tanto necesitaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario